"You can't wake a person who is pretending to be asleep" (Navajo proverb)

jueves, 17 de enero de 2013

Más de 100...

100 son las entradas que contiene este blog a día de hoy y, como no podía ser de otra manera, en la número 100 estás tú. También he de decir que ha sido casualidad... 

El caso es que en ninguna he contado por qué decidí llamarlo "con lo que me levanto". Supongo que la razón es obvia pero en esta entrada, la número 101, voy a explicarlo por si hay duda. 

Lo llamé así porque la mayoría de las cosas que se me pasan por la cabeza lo hacen al acostarme, y vosotros pensaréis: entonces, debería llamarse "con lo que me acuesto"...

Sin embargo, aunque la mayoría de lo escrito aquí se me ocurre al acostarme, solo lo que prevalece por la mañana, al levantarme, es lo que escribo. Cierto que algunas de las entradas no han llegado a pasar por el filtro nocturno, y han sido escritas al momento de ocurrírseme (véase las escritas a altas horas de la madrugada) pero la mayoría descansan en mi cabeza, al menos, unas 8 horas.

Y no es que crea que necesite dejarlas ahí para consultar con la almohada si las escribo o no, ni piense que las que recuerde al levantarme son las que merecen la pena... es solo que, cuando dormimos, dejamos de utilizar la parte racional de nuestro cerebro y se pone a trabajar la parte emocional, la cual nos permite desarrollar las ideas de manera más clara.

Así es como están escritas la mayoría de las entradas de este blog... dándoles un toque de nitidez. 







martes, 4 de diciembre de 2012

"Eres mi penique reluciente en la cuenta. Vales más que la sal o que la luna una larga noche de caminata. Eres un vino dulce en mi boca, una canción en mi garganta, y la risa de mi corazón. Eres demasiado bueno para mí. Eres un lujo que no puedo permitirme. A pesar de todo, insisto en que hoy vengas conmigo. Te invitaré a cenar y pasaré horas hablando extasiada del inmenso y maravilloso paisaje que eres tú. " 


lunes, 26 de noviembre de 2012

viernes, 2 de noviembre de 2012

Casualmente... Catrina.

Todo empieza cuando se me ocurre que, para Halloween, podríamos disfrazarnos de la Catrina, la Santa Muerte Mexicana. Me dispongo a ver fotos para currarnos un buen maquillaje y en un vídeo en el que explicaban cómo proceder, sonaba una canción que me llama la atención nada más empezar a oírla... investigo un poco y se trata de una canción popular de México dedicada a la Catrina que se titula "La Llorona" y que versiona Chavela Vargas con muy buen resultado. Buscando la canción descubro que sale en la película de Frida Khalo, película que recientemente me había descargado. 

Me empiezo a interesar por la historia de la Catrina y leo acerca de ello... Figura que representa la Muerte, venerada por el pueblo mexicano, pues recuerda que la vida es aquí, ahora y eternamente y, por tanto, se le asocia con el placer de vivir ante la inminencia de la muerte. México homenajea esta figura cada año el día de todos los Santos.

Sin tener nada que ver, acababa de empezar a ver una serie que me tiene fascinada, Carnivale. Casualidades de la vida, tras unos cuantos capítulos llegan a un pueblecito mexicano, en el que la Santa Muerte no para de aparecer durante el resto de la temporada. Como ya he dicho, casualidades.

Y sin volver a planteármelo, o quizá lo hiciera mi subconsciente, la semana pasada fui al cine y en la película, que trata sobre cárteles de droga mejicanos, vuelve a aparecer la figura de la Santa Muerte.

No suficiente con ello, el fin de semana previo al día de todos los santos voy a Port Aventura, que está totalmente ambientado en la temática de Halloweem y, claro, en la zona de México está muy presente la Catrina.

Seguramente toda esa serie de casualidades no me hubiesen llamado tanto la atención ni hubiesen sido percibidas si no hubiera decidido un mes atrás que mi disfraz de este año sería el de esa figura tan venerada en México.

Ya ha pasado el día de todos los santos y yo espero no seguir viendo Catrinas o voy a tener que empezar a preocuparme...


lunes, 1 de octubre de 2012

Consulta nocturna.

Parece que uno se siente más valiente en la noche...

Cuántas veces te has ido a dormir pensando que harías o dirías tal cosa y al levantarte por la mañana no sentir esa imperiosa necesidad de hacerlo... ¿de ahí la expresión consultarlo con la almohada?


Supongo que nos perderemos muchas cosas por culpa de esta consejera, pero seguramente haya algunas que será mejor perderse.



Soñar viviendo.

Me gusta soñar cuando duermo.

Despierta... me gusta VIVIR.

lunes, 3 de septiembre de 2012

"Va y viene mi alma guerrera.
Viene y va si tú me hablas,
si tú endulzas la espera."

lunes, 23 de julio de 2012

Inesperado.

Y sigo sin atreverme a hablarte...


Tantos años esperando a cruzarme contigo y cuando una serie de incidentes casualmente me ponen frente a ti no tengo el valor de decirte ni hola... Y tú me miras fijamente como si te sonara mi cara pero sin ubicarme, como esperando a que me acerque y te resuelva la duda, y yo... yo agacho la cabeza como si tuviera 15 años. Y es que se me sale el corazón por la boca, me tiemblan las piernas y noto que se me quiebra la voz cuando te tengo cerca... qué digo cuando te tengo cerca?! peor! solo de imaginar que te tengo cerca.


Hoy ya acaba mi curso, y sé que tú vas a estar más días en el tuyo, pero lo que no sé es si me atreveré a ir a propósito solo para comprobar si tengo el valor de decirte algo cuando no me atrevo teniéndolo tan fácil como ahora. Así que dejo la vergüenza a un lado y allí, delante de tus compañeros y de los míos y de todo el que estaba pasando en ese momento te suelto un: "¿qué pasa? ¿qué ya no te acuerdas de mi?", sorprendentemente no tembloroso. Y tu respuesta se me clava: "pues no, aunque me suena muchísimo tu cara, pero es que soy muy malo para quedarme con las caras de la gente..." 


Aún así, al decirte quién soy, te muerdes el labio inferior al mismo tiempo que me miras con un brillo diferente al que tenían tus ojos antes de recordarte quién era y, tras 10 minutos de conversación ya no querías entrar al curso, te quedas el último y me convocas para el siguiente descanso. Aunque, en realidad, ya no fue un descanso, yo ya había terminado y tú no entraste a la última media hora por quedarte conmigo un poco más.


Por fin sé tu nombre... y tú el mío.


Probablemente ni tú seas lo que yo he estado imaginado todos estos años ni yo cumpla prácticamente nada de lo que tú esperas en una chica, pero de momento tenemos la ilusión de comprobarlo por nosotros mismos, sin expectativas, desde cero...

viernes, 22 de junio de 2012

Maquinaria pesada.

No es que le de muchas vueltas a las cosas, es que ato cabos con una precisión que muchos envidian... 
Aunque no deberían hacerlo, pues a veces la ignorancia no es tan mala compañera.

viernes, 8 de junio de 2012

Si no tuvieras miedo, ¿qué harías?

Cuando, recién terminada la carrera, me preguntaron si quería trabajar en una academia impartiendo clases de una asignatura que había estudiado en tercero de la licenciatura y superado con un resultado mediocre, no me lo pensé y dije que sí. Al comentárselo a mis amigos algunos exclamaron: "qué valor tienes! Madre mía, yo no podría hacerlo..."


A día de hoy, esos mismos que no se veían capaces de impartir clases a nivel universitario, son algunos de los que me preguntan si no hará falta alguien en la academia para dar lo que sea, LO QUE SEA!


Y es que la necesidad y la desesperación, derivada de las circunstancias en las que nos encontramos, hacen que aflore en nosotros algo muy importante e imprescindible para nuestro avance: la iniciativa y el empeño.

martes, 5 de junio de 2012

"Oniria e Insomnia"


Oniria encuentra a Insomnia,
los dos conectan bien,
Quizás en otra vida,
fueron un mismo ser.

“Atrévete a acompañarme,
vamos a andar por los cables”

Y en el bar, La Bohemia fue,
la primera y tercera vez,
de neón, sus arterias ven,
llevan tiempo esperándose.

Se quitan los pijamas, 
pegados a su piel.
Quizás Oniria sueña,
y él duerme sin saber.

Ella hace equilibrismos,
él descubre a Fred Astaire,
bailando en la cornisa,
del piso veintitrés.

Y cuando esa imagen resbala,
él la descubre descalza.

Esa noche ella fue muy cruel,
empezó despidiéndose.

"Será un reencuentro inesperado en noche azul,
sí, ya lo verás,
cuando me gire entre la gente, serás tú,
sí, ya lo verás…."

Después de unir su dualidad,
ella no sueña más,
ni él quiere despertar.
Se la llevaron entre tres,
Siempre se vuelve a escapar
¿No ves que está mal?
y sea cuarta, o quinta vez,
ella lo vuelve a jurar.

“Será un reencuentro inesperado en noche azul,
sí, ya lo verás
cuando me gire entre la gente, serás tú."


martes, 24 de abril de 2012

"Detallista"

Al final he alcanzado a entender que todos los detalles que tenías conmigo, los tenías por ti... de ahí que siempre te aseguraras de que fuesen de dominio público.

jueves, 19 de abril de 2012

Inexplicable atracción.

Por alguna extraña razón, me gusta la noche, lo oscuro, lo misterioso... Me encanta el misterio que envuelve a la más oscura de las noches... Hay callejones estrechos, casas abandonadas o frondosas arboladas que me llaman como lo brillante a las urracas... Sin embargo, mi raciocinio, el que me priva de muchos placeres de la vida pero me abastece del conocimiento suficiente para no necesitarlos, hace que esa atracción se evapore al segundo... bueno, puede que tarde un poco más. 


Algún día me atreveré a adentrarme en el enrarecido ambiente en el que está inmerso ese estrecho pasillo adoquinado por delante del cual tantas veces paso en la noche y tan pocas me atrevo a fijar la mirada.

miércoles, 18 de abril de 2012

Convergiendo...

Anoche soñé con él... y aunque ahora mismo no podría describirlo, al despertar podía visualizar su rostro tan nítido que lo podría haber dibujado sin problemas.


Empezamos con mal pie... me echó una gran bronca por algo que hice y ahora mismo no recuerdo. Lo hice sin querer, pero se que me merecía esa bronca así que a la mañana siguiente, cuando me tocó desayunar a solas con él porque el resto de gente había salido temprano, no pude más que mirarlo avergonzada por lo que hice. Él me miraba con una mezcla entre odio y resignación. Pero, como único anfitrión que quedaba en la casa, no tenía más remedio que servirme un poco de café... "Puedes creer que nunca he tomado café para desayunar?", le dije en un intento de parecerle interesante. Pero no resultó... sonaba más llamativo en mi cabeza. 


Sin embargo, conforme pasaban los minutos y mi mirada reflejaba más culpabilidad, la suya se volvía más comprensiva, como más tierna. Me ofreció algo para acompañar el café, más amable esta vez. Acepté con una sonrisa, sonrisa no devuelta. Terminamos el desayuno, yo con la imperiosa necesidad de acercarme más a él, y él... un poco más cerca mía.


Me dispuse a recoger la cocina y fregar los cacharros del desayuno, a lo que él se opuso educadamente, aunque igualmente lo hice. Me lo agradeció mientras su expresión era la de: ¿por qué esta chica se empeña en agradarme después de la gran bronca que le eché ayer si ni me conoce ni tendría por qué volver a verme si saliera por esa puerta ahora mismo?


Y es que aún no se había dado cuenta de que era él. Yo, inconscientemente, sí.


Mi familia y yo estábamos de visita en su casa. Mis padres y los suyos son viejos conocidos y pasamos la noche allí. Como yo no parecía muy dispuesta a irme hasta que llegaran nuestros padres, me preguntó si quería acompañarlo a hacer unas compras. Yo, por supuesto, accedí.


A medida que iba pasando el día nos sentíamos más cerca el uno del otro... su mirada ya no era de odio ni de comprensión, sino de embelesamiento. Cada vez que me miraba me sentía plena... no se si seré capaz de describir su expresión. Era como si estuviese contemplando a la persona con la que sabía que nada malo podría sucederle jamás si la tenía a su lado...


Yo, en tan solo unas horas, me había convertido en lo que él, sin saberlo, había estado anhelando toda su vida.

lunes, 9 de abril de 2012

Orgullo.

El orgullo es uno de los sentimientos más irracionales que existen. Dejas de hacer o decir cosas que desearías solo por lo que puedan pensar los demás... es absurdo.


Lo cual no significa que debas dejarte pisotear por nadie... eso es amor propio. Aunque hay una delgada línea entre lo que se considera amor propio y orgullo, a veces, muy difícil de distinguir.


Yo no soy orgullosa... ya me pierdo bastantes cosas por ser vergonzosa como para perderme otras tantas por orgullo.