"You can't wake a person who is pretending to be asleep" (Navajo proverb)

jueves, 24 de noviembre de 2011

For him & her.

“You may not be her first, her last, or her only. She loved before she may love again. But if she loves you now, what else matters? She's not perfect, you aren't either, and the two of you may never be perfect together but if she can make you laugh, cause you to think twice, and admit to being human and making mistakes, hold onto her and give her the most you can. She may not be thinking about you every second of the day, but she will give you a part of her that she knows you can break, her heart. So don't hurt her, don't change her, don't analyze and don't expect more than she can give. Smile when she makes you happy, let her know when she makes you mad, and miss her when she's not there.” 


“He’s not perfect. You aren’t either, and the two of you will never be perfect. But if he can make you laugh at least once, causes you to think twice, and if he admits to being human and making mistakes, hold onto him and give him the most you can. He isn’t going to quote poetry, he’s not thinking about you every moment, but he will give you a part of him that he knows you could break. Don’t hurt him, don’t change him, and don’t expect for more than he can give. Don’t analyze. Smile when he makes you happy, yell when he makes you mad, and miss him when he’s not there. Love hard when there is love to be had. Because perfect guys don’t exist, but there’s always one guy that is perfect for you.” 


Bob Marley.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Madurando.

Siempre me he considerado una persona ambiciosa... no porque nunca esté conforme, ni mucho menos, sino porque pienso que uno debe aspirar a lo que realmente quiere conseguir sin tener en cuenta sus limitaciones. Mucha gente pensará que es absurdo aspirar a lo imposible, que lo único que se consigue así es perder el tiempo, que es importante aceptar las limitaciones de cada uno y actuar en concordancia con ellas. Pero yo creo que si intentamos lo imposible, conseguiremos más de lo que creíamos factible. Siempre estarás a tiempo de conseguir algo para lo que te crees capacitado, pero solo podrás conseguir más si te propones lo inalcanzable.


Cuando tenía 16 años y me preguntaban a que me gustaría dedicarme y, por supuesto, yo no tenía ni idea de que contestar, siempre decía algún cargo importante. Todo el mundo exclamaba: pues si que meas tú alto! A lo que yo contestaba: bueno QUIZÁ no llegue, pero aspirando a menos SEGURO que no llego. Y siempre es mejor un "quizá no llegue", que un "seguro que no llego".


Por ese motivo pensaba que era una persona ambiciosa... ahora me doy cuenta de lo equivocada que estaba.


La ambición no es aspirar a lo más alto, es trabajar duro para llegar a conseguirlo.

sábado, 19 de noviembre de 2011

La sinceridad le da luz al alma, mientras que la hipocresía la oscurece.

¿Qué es la sinceridad? La RAE la define como: "Sencillez, veracidad, modo de expresarse libre de fingimiento".
De igual forma, define sincero como: "Que actúa con sinceridad".


¿Qué es la hipocresía? La RAE la define como: "Fingimiento de cualidades o sentimientos contrarios a los que verdaderamente se tienen o experimentan".
Supongo que no hace falta que defina lo que es un hipócrita...


Una persona es sincera cuando se expresa sin miedo a lo que piensen los demás, pues verse sorprendido en la mentira es mucho más vergonzoso. Cuando actúas con hipocresía, probablemente por querer quedar bien, por temor al que dirán, al final terminas quedando peor y consigues el rencor de personas que te aprecian. Porque recuerda que la verdad siempre es descubierta por quienes indagan en ella.


"Vale más una verdad dolorosa que una mentira piadosa."



miércoles, 16 de noviembre de 2011

:)

When you're smiling
When you're smiling
The whole world smiles with you



When you're laughing
When you're laughing
The sun comes shining through



But when you're crying
You bring on the rain
So stop your sighing be happy again



Keep on smiling
'Cause when you're smiling
The whole world smiles with you






sábado, 12 de noviembre de 2011

Espina.

Pasar por la esquina del edificio Reina Victoria en estas fechas me remueve...

Hay cosas que piensas que nunca te sucederían a ti, que solo ocurren en las películas. Sin embargo, a veces pasan, a veces tiene lugar algo tan especial como lo que viste en aquella película, que te dejó con esa sensación de "ojalá me pasara a mi algo así". Lo que ocurre es que cuando lo ves en la gran pantalla es como cuando sueñas las cosas, lo vives más intensamente. Por eso cuando te sucede a ti, no parece todo tan de cuento.

Pasan los meses y aún lo recuerdo... y en aquel momento no me parecía nada especial. Pero si lo analizas, es de esas cosas que no te pasan todos los días.

Hace 4 años, por estas fechas fue la última vez que lo vi, sin yo saber que no volvería a cruzarme con él. De haberlo sabido, no hubiese dejado que así fuera... o sí. Yo estaba con alguien, por lo que guardaba las distancias. Él lo sabía, por lo que también las guardaba.

Pero eso no quita que desde el primer día que lo vi sentado junto a la pila de periódicos que esperaba ser repartida por estas manos que ahora cuentan esta historia, sintiera algo dentro de mí que no lograba entender. Y no lograba entenderlo porque cuando yo siento algo por otra persona no siento por nadie más... aunque claro, quizá debería tener en cuenta que no estaba bien con mi pareja desde hacía tiempo.

Puede que alguien piense: "claro, no estabas bien, por eso te fijaste en el primer chico guapo que se cruzó en tu camino". Eso no sirve conmigo, pues yo trataba a diario con chicos en la universidad, en la escuela de idiomas, en la academia... y conocía a chicos que me parecían guapos bastante a menudo, pero no me dolía el estómago al verlos.

Eran las 8:15 de la mañana, y llevaba el uniforme que la empresa de periódicos gratuitos me había otorgado con tan buen criterio: un polo amarillo que era dos o tres tallas más que la mía. Le dí los buenos días, sin saber muy bien que hacía un chico vestido con un jersey, unos vaqueros y unas zapatillas, sentado en el bordillo del puente de los peligros junto a los periódicos que yo tenía que repartir, y me dispuse a comenzar a "trabajar".

Me miró varias veces antes de decidirse a entablar conversación y pasados escasos minutos comenzó a hablar conmigo. Me informó de por qué estaba allí y de que los sucesivos días seguiría apareciendo sin saber hasta cuando. Trabajaba en obras públicas como palista y tenían que levantar toda aquella zona desde el puente de los peligros hasta la pasarela del malecón.

Ese día hablamos varias veces, a intervalos, cuando no tenía que estar subido en la pala. Y cada día lo mismo. Hablamos de muchísimas cosas... sentía una complicidad con aquel chico que no había sentido nunca con nadie. Desde el primer día fue como si lo conociera de toda la vida, me inspiraba confianza, era yo, era el yo alegre que hacía tiempo no se dejaba ver.

Hablamos de nuestros hobbies, de nuestra familia, de los sitios de veraneo, de lo que solíamos hacer los fines de semana, de como me iba en la universidad, de como nos veíamos en el futuro, de las ganas que tenía de encontrar una chica como yo y de lo difícil que era... esto último no me ayudaba a salir de mi confusión. Yo insistía en que había muchas más chicas normales de lo que a él le parecía y le decía que le presentaría a alguna amiga mía, que todas eran de mi estilo, pero no le convencía... y eso me agradaba, pero aún más me confundía.

Pasaban los días y cada vez iba con más ilusión a repartir los "benditos" periódicos... fueron  dos meses en los que, de lunes a jueves, me pasaba más de una hora hablando con alguien de quien no sabía el nombre ni la edad, pero sabía a qué se dedicaba, qué deportes practicaba, dónde pasaba los veranos, qué coche tenía en ese momento y cuál había tenido antes, los hermanos que tenía, la edad de sus hermanos, de qué parte de Murcia era, que era más de peli y palomitas que de discotecas, que le gustaba viajar... y hasta almorcé con su padre! Que nadie se líe, trabajaba con él en la obra y me invitaron a ir con ellos a tomar un pastel de carne al Barba.

Y todo ese tiempo sin saber nuestros nombres y sin que se nos ocurriera preguntárnoslos. Era como si nos diera igual porque sabíamos que al día siguiente estaríamos en el mismo sitio y a la misma hora y no nos hacía falta nada más. Me gustaba, él tenía que notarlo, igual que yo notaba cuánto le gustaba a él. Pero lo cierto es que yo no estaba disponible y procuraba remarcarlo lo suficiente para que no pensara que podía tirarse a la piscina pero no tanto como para que se alejara.

Yo trabajaba de lunes a jueves, y la obra acabó un viernes... Creo que nunca me ha cambiado tanto la cara como aquel lunes al llegar a mi "cita" y no encontrar ninguna pala, camión, trabajador ni resto de escombro desde el puente hasta la pasarela. Pasó la mañana y nada. Pasó la semana y nada. Era mi última semana de trabajo y había decidido que no podía despedirme de él sin decirle mi nombre. Pero lo decidí tarde... qué maldita casualidad! pensé. Cada mañana de esa última semana iba con la esperanza de que pudiera escaparse de su nueva obra y se pasara a saludarme... por favor! pasa! no voy a estar más y tú no lo sabes! si vienes la semana próxima ya no estaré! Esa semana no se pasó... que ingenua fui al pensar que un chico guapo y agradable iba a jugársela en su trabajo para ir a saludar a una chica que tenía novio y que se lo recordaba casi a diario.

Y Murcia es pequeña pero cuando quieres cruzarte con alguien no hay manera de conseguirlo! No le he vuelto a ver en 4 años y me he movido por la zona donde vive, por donde está su empresa, por donde decía que salía... y nada. Creo que ya no recuerdo ni su cara, pero sigo recordando la sensación que tenía cuando estaba a su lado. Lo más probable es que si me lo cruzara ahora no sintiera nada de lo que sentí en su día, pero me jode tener que quedarme con la duda.

martes, 8 de noviembre de 2011

Suerte?

Nacer con estrella no implica brillar eternamente... la "suerte" es de quien la busca.