"You can't wake a person who is pretending to be asleep" (Navajo proverb)

lunes, 23 de julio de 2012

Inesperado.

Y sigo sin atreverme a hablarte...


Tantos años esperando a cruzarme contigo y cuando una serie de incidentes casualmente me ponen frente a ti no tengo el valor de decirte ni hola... Y tú me miras fijamente como si te sonara mi cara pero sin ubicarme, como esperando a que me acerque y te resuelva la duda, y yo... yo agacho la cabeza como si tuviera 15 años. Y es que se me sale el corazón por la boca, me tiemblan las piernas y noto que se me quiebra la voz cuando te tengo cerca... qué digo cuando te tengo cerca?! peor! solo de imaginar que te tengo cerca.


Hoy ya acaba mi curso, y sé que tú vas a estar más días en el tuyo, pero lo que no sé es si me atreveré a ir a propósito solo para comprobar si tengo el valor de decirte algo cuando no me atrevo teniéndolo tan fácil como ahora. Así que dejo la vergüenza a un lado y allí, delante de tus compañeros y de los míos y de todo el que estaba pasando en ese momento te suelto un: "¿qué pasa? ¿qué ya no te acuerdas de mi?", sorprendentemente no tembloroso. Y tu respuesta se me clava: "pues no, aunque me suena muchísimo tu cara, pero es que soy muy malo para quedarme con las caras de la gente..." 


Aún así, al decirte quién soy, te muerdes el labio inferior al mismo tiempo que me miras con un brillo diferente al que tenían tus ojos antes de recordarte quién era y, tras 10 minutos de conversación ya no querías entrar al curso, te quedas el último y me convocas para el siguiente descanso. Aunque, en realidad, ya no fue un descanso, yo ya había terminado y tú no entraste a la última media hora por quedarte conmigo un poco más.


Por fin sé tu nombre... y tú el mío.


Probablemente ni tú seas lo que yo he estado imaginado todos estos años ni yo cumpla prácticamente nada de lo que tú esperas en una chica, pero de momento tenemos la ilusión de comprobarlo por nosotros mismos, sin expectativas, desde cero...