He ido bajando las horas de sueño diarias por necesidad: primero de 10 a 9, y ahora de 9 a 8... lo sé, dormía muchas horas, pero es que no precisaba dormir menos. Tengo la suerte de saber aprovechar las horas que dedico a lo que tengo que hacer. Cierto que la organización no es lo mío y que, casi siempre, lo dejo todo para útlima hora, pero quizá por eso sepa aprovechar tanto el tiempo y cuando me pongo, me pongo! No soy de las personas que se entretienen con una mosca y que tardan 10 horas en hacer un trabajo de 2.
Aunque ahora he pensado, que si le dedicara 10 horas a ese trabajo de 2, con mi muy agradecida capacidad de concentración, podría hacer más que un trabajo bien hecho. Por eso no me importa tener que reducir mis horas de sueño o mis horas de ocio - con lo que yo las valoro! - porque no se trata de destacar, sino de ser la mejor... merecerá la pena!
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